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Iglesia de San Cipriano (Toledo)

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Iglesias dedicadas a San Cipriano
Iglesia de San Cipriano, Toledo, España 01
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La iglesia de San Cipriano es un templo católico de la ciudad española de Toledo. Se cita en 1125 como parroquia latina, pero lo único que hoy se conserva de época medieval es la torre, debido a que a comienzos del siglo XVII el edificio fue totalmente reconstruido a expensas de Carlos Venero y Leyba, canónigo de Toledo. Éste levantó el templo desde los cimientos, ampliándolo, ya que por su antigüedad estaba muy arruinado, y como patrono perpetuo lo dotó de retablos, ornamentos y renta para sus capellanes.

Extracto del artículo de Wikipedia Iglesia de San Cipriano (Toledo) (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Iglesia de San Cipriano (Toledo)
Plaza de San Cipriano, Toledo

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Iglesia de San Cipriano

Plaza de San Cipriano
45002 Toledo
Castilla-La Mancha, España
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Iglesia de San Cipriano, Toledo, España 01
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Lugares cercanos

Convento de San Gil (Toledo)
Convento de San Gil (Toledo)

El convento de San Gil de la ciudad española de Toledo data del siglo XVII. Los franciscanos descalzos, o gilitos, llegaron a esta ciudad a mediados del siglo XVI, estableciéndose en 1557 en las proximidades de la ermita de la Virgen de la Rosa. Posteriormente, entrado el siglo XVII, dos hermanos, Francisco y Juan de Herrera, hicieron donación a los frailes de 16 000 ducados para la construcción del nuevo convento. Las obras comenzaron en 1610, y el maestro de albañilería Martínez de Encabo se comprometió a labrar la iglesia y el convento en cuatro años. Muy posiblemente el tracista de la obra fuera Juan Bautista Monegro, con quien trabajaba Martínez de Encabo, en la iglesia de San Pedro Mártir. El convento «de los Gilitos», como vulgarmente se le conoce, es un ejemplo perfecto de la sencillez y sobriedad de la arquitectura toledana de comienzos del siglo XVII. Los monjes descalzos franciscanos habitaron el edificio por más de doscientos años, con la austeridad propia de su regla. En 1835, se decretó la famosa desamortización de Mendizábal, por la que se obligaba a cerrar los conventos con menos de doce frailes. En enero de 1836 el gobernador civil ordenó la exclaustración de los frailes y el cierre definitivo del convento. A lo largo del tiempo después de la expropiación, el convento fue utilizado para diversos fines. En su primera época como propiedad estatal, fungió como presidio en sustitución de la antigua cárcel de la calle Alfonso XII, la cual se encontraba en muy mal estado. En el lustro que parte de 1851 se planificaron las obras y se recaudaron los fondos para las mismas (fueron necesarios 95.280 reales y 24 maravedíes). Entre las reformas de remodelación, cabe destacar el estrechamiento de las ventanas, posiblemente para evitar la fuga de presos.[1]​ Desde 1985 el convento es sede de las Cortes de Castilla-La Mancha.