La plaza de Puerta Cerrada (o Puerta Cerrada) se encuentra en el barrio de Palacio del casco histórico de la ciudad española de Madrid. Está formada por la desordenada confluencia sobre la calle de Segovia, de antiguas vías como la Cava Baja, o las calles del Nuncio, de San Justo, de la Pasa, de Gómez de Mora, de Cuchilleros y de Latoneros.[1] Este espacio urbano se prolonga al este con la plaza de Segovia Nueva, en la que a su vez confluyen las calles de Toledo, Concepción Jerónima, Grafal y la Colegiata.
El conjunto conserva el nombre de Puerta Cerrada por la que aquí se abría en la muralla cristiana de Madrid, durante la Edad Media y el Renacimiento y que fue derribada en el año 1569, con ocasión de la entrada en la ciudad de Isabel de Valois, esposa de Felipe II.[2]
La plaza se encuentra presidida por una cruz de piedra realizada en 1783. Junto a este elemento, la característica que mejor define este espacio son los murales y trampantojos pintados en las fachadas de varios edificios y realizados en 1983, durante la alcaldía de Enrique Tierno Galván; un astuto recurso urbanístico para enlucir los lienzos de diferentes patios de luces que las demoliciones de viviendas emprendidas en el siglo XIX habían dejado al descubierto. Alguno de ellos, no obstante, ha desaparecido debido a diversas vicisitudes,[3] y a pesar de estar firmados por un artista de la talla de Alberto Corazón.[4]