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Provincia marítima de Algeciras

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La provincia marítima de Algeciras es una de las treinta provincias marítimas en que se divide el litoral español y se corresponde con la costa del estrecho de Gibraltar. Su matrícula es AL y comprende el área desde el río Zahara hasta punta Chullera. Se divide en dos distritos marítimos: Tarifa (puerto de Tarifa) (AL-1): desde latitud 36º 08’ 3’’ N y longitud 005º 50’ 8’’ W (Río Zahara) a latitud 36º 03’ 0’’ N. longitud 005º 29’ 7’’ W (ensenada de El Tolmo). Algeciras (puerto Bahía de Algeciras) (AL-2): desde latitud 36º 03’ 0’’ N. longitud 005º 29’ 7’’ W (ensenada de El Tolmo) hasta latitud 36º 18’ 7’’ N y longitud 005º 14’ 8’’ W (punta Chullera).[1]​ A este distrito pertenece el mar territorial de Gibraltar, ocupado por el Reino Unido.

Extracto del artículo de Wikipedia Provincia marítima de Algeciras (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Provincia marítima de Algeciras

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Bahía de Algeciras
Bahía de Algeciras

La bahía de Algeciras (en inglés: Bay of Gibraltar) se encuentra situada en el sur de la península ibérica, en la orilla norte del estrecho de Gibraltar. Comprende el tramo de costa delimitado por punta Carnero y punta Europa con un fondo de unos 10 km, una anchura mínima de 8 km, una superficie de 7500 ha y con profundidades de hasta 400 m.[1]​ Su ribera pertenece de oeste a este y en sentido horario a los municipios españoles de Algeciras, Los Barrios, San Roque y La Línea de la Concepción y al territorio británico de Ultramar de Gibraltar con una población total superior a los 250 000 habitantes. Posee una compleja historia geológica condicionada por su posición entre tres placas tectónicas y la superposición de al menos tres series estratigráficas de rocas sedimentarias datadas desde el Mesozoico hasta el Oligoceno. Geomorfológicamente se origina tras la sedimentación fluvial y marina en un antiguo valle fluvial y junto al promontorio rocoso del peñón de Gibraltar.[2]​ Sus valores naturales son resultado de su situación geográfica entre el océano Atlántico y el mar Mediterráneo y entre el continente europeo y africano. Es lugar de paso de especies migradoras tanto de aves como de cetáceos. Su flora y fauna residente participa de varias provincias biogeográficas siendo muy importante el componente endémico de la región.[3]​[4]​ Varios de los ecosistemas presentes se encuentran protegidos mediante diversas figuras medioambientales si bien el intenso proceso de urbanización y las instalaciones portuarias presentes han provocado durante la segunda mitad del siglo XX una fuerte degradación del medio ambiente. La presencia humana en la bahía de Algeciras está constatada al menos desde hace 600 000 años por el hallazgo de herramientas líticas pertenecientes al tecnocomplejo Achelense vinculadas a Homo heidelbergensis.[5]​ Fue lugar de refugio de las últimas poblaciones de Homo neanderthalensis según las investigaciones realizadas con los restos óseos localizados en Gibraltar.[6]​ El primer asentamiento estable del que se tiene constancia en la zona es el de la ciudad fenicia de Carteya, una importante colonia comercial del siglo VII a. C.[7]​ Durante el siglo I la economía de la región estaba basada en la pesca y el procesamiento de productos derivados de esta con dos activos puertos, el ya comentado de Carteya y el de Iulia Traducta.[8]​ A partir del año 711 tras la conquista musulmana de la península ibérica los asentamientos humanos de la región desempeñarán un importante papel en el comercio entre Europa y África con la ciudad de Al-Yazirat Al-Hadra como centro administrativo. Será a partir de la Toma de Gibraltar en 1704 y como consecuencia de esta cuando aparezcan los actuales núcleos de población.[9]​ A día de hoy la bahía de Algeciras es un lugar de fuerte actividad económica con un importante polo industrial dedicado fundamentalmente a la transformación de productos derivados del petróleo y de los importantes puertos de Gibraltar y de Algeciras, especializados en el trasvase de combustible y el tráfico de pasajeros el primero y en el transporte de mercancías el segundo.[10]​[11]​

Campaña de Algeciras (1801)
Campaña de Algeciras (1801)

La campaña de Algeciras —conocida también como batalla o batallas de Algeciras— consistió en un intento de la escuadra naval francesa de Tolón dirigida por el contraalmirante Charles Linois de unir las flotas francesa y española en Cádiz durante junio y julio de 1801, en el ámbito de las guerras revolucionarias francesas. Esta campaña precedió a una operación planeada contra Egipto o Portugal. Para poder llegar a Cádiz, la escuadra francesa tenía que pasar cerca de la base naval británica de Gibraltar, en la que se encontraba el centro de operaciones de la escuadra dirigida por el contraalmirante sir James Saumarez, cuya tarea consistía en bloquear el puerto español. Tras cubrir la distancia que separaba Tolón y Gibraltar sin sobresaltos, e incluso habiendo capturado varios buques británicos, la escuadra francesa echó el ancla en Algeciras, una ciudad portuaria fortificada desde la que se podía ver Gibraltar a través de la bahía de Algeciras. El 6 de julio de 1801, Saumarez inició un ataque contra la escuadra rival, en lo que se conoce como la primera batalla de Algeciras. A pesar de que consiguió infligir daños a los tres navíos de línea franceses allí presentes, no fue capaz de capturar ninguno de ellos. En consecuencia, tuvo que retirarse. Además, perdió el HMS Hannibal, ya que se había quedado encallado a causa de los daños sufridos y los franceses se habían hecho con su control. Tras la primera batalla, ambos bandos se retiraron a hacer reparaciones y a pedir refuerzos. El 9 de julio, llegó al lugar una flota de cinco naves de línea españolas y una francesa, así como varias fragatas provenientes de Cádiz, las cuales escoltaron a la escuadra de Linois hasta el puerto español. Asimismo, los británicos, desde Gibraltar, trataron por todos los medios de restaurar la escuadra y hacer que fuera útil de nuevo para la batalla. La tarde del 12 de julio, la flota francohispana partió desde Algeciras y la fuerza británica la siguió. Esto resultó en la captura de los navíos perseguidos durante la llamada segunda batalla de Algeciras. Los británicos abrieron fuego a las 23:20 y la acción que sucedió a este hecho fue confusa. A lo largo de la misma, el barco británico HMS Superb consiguió atravesar la desorganizada retaguardia aliada. Posteriormente, a este le siguió el resto de la fuerza de Saumarez. En la confusión del confrontamiento, los británicos consiguieron capturar un navío francés, mientras que una fragata de bandera española se hundió y dos buques de primera clase, equipados con 112 cañones y también españoles, colisionaron y explotaron, provocando la muerte de 1700 hombres. Al amanecer del siguiente día, el barco francés Formidable fue atacado cuando se encontraba cubriendo la retaguardia de la escuadra combinada, pero consiguió escapar y llegar a Cádiz a salvo. Finalmente, las flotas francesa y española consiguieron su objetivo último, que consistía en reunirse en Cádiz. No obstante, el precio fue bastante alto, ya que sufrieron importantes pérdidas. Además, no lograron zafarse del bloqueo al que estaban sometidas y no podían enterarse de los planes egipcios o portugueses. Las batallas, «generalmente consideradas como una única»,[1]​ resultaron ser decisivas en la consolidación del control del mar Mediterráneo por parte de los británicos, así como en la derrota del ejército francés en Egipto a causa de la imposibilidad de enviar refuerzos desde Tolón.

Punta de San García
Punta de San García

La Punta de San García es un cabo localizado en el sur de la península ibérica, frente al mar Mediterráneo, en la localidad de Algeciras. En su término se encuentra el parque del Centenario y los restos del antiguo fuerte de San García. Se encuentra incluida dentro del parque natural del Estrecho La punta da nombre a la barriada que se encuentra a su alrededor, la barriada de San García. Los terrenos fueron hasta 2006 propiedad de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras como zona de expansión portuaria. Sin embargo los convenios de colaboración puerto-ciudad firmados con motivo del centenario de la creación de la Junta de obras del puerto, en 2006, conllevaron la cesión al municipio de este espacio y su incorporación dentro de los terrenos libres como parque. En los alrededores se encuentran varias urbanizacions de chalés y dos playas, la de San García (Getares) y la de El chinarral. Las comunidades vegetales presentes en la punta han sido poco degradadas por la acción humana aún encontrándose rodeada de terreno urbano. Las especies vegetales de la zona se corresponden con el mismo modelo de vegetación de toda la zona norte del Estrecho de Gibraltar, especies de escaso porte debido a la fuerte influencia del viento y adaptadas a la salinidad, palmitos, lentiscos y otras especies similares ocupan la práctica totalidad del espacio, se conservan varios acebuches, presumiblemente de origen natural a los que se han añadido otros en la repoblación previa a la inauguración del parque del Centenario

Torre de San García
Torre de San García

La Torre de San García fue una torre almenara situada en la punta de San García, en la localidad andaluza de Algeciras, España. Esta construcción defensiva, de la que en la actualidad se conservan escasos restos, formó parte del sistema de vigilancia del estrecho de Gibraltar y de la bahía de Algeciras desde el siglo XVII junto a otras atalayas y del sistema de defensa completando la acción del fuerte de San García desde el siglo XVIII. La torre fue construida entre los años 1585 y 1580 siendo capaz de mantener piezas de artillería en su terrado, tuvo planta circular y alzado troncocónico a diferencia de otras almenaras cercanas como la Torre del Fraile o la Torre de Entrerríos que fueron construidas con planta cuadrada.[1]​ Se desconoce la altura que pudo tener debido a la escasez de fuentes de la época y de los escasos restos conservados en la actualidad aunque el diámetro de su base, cuyos cimientos se mantienen, era de 13 metros.[2]​ Otras torres artilladas similares construidas en la época tuvieron dos estancias interiores por lo que es posible que la torre de San García también las tuviera.[3]​ En la década de 1730 se construyó en sus cercanías un fuerte artillado, el Fuerte de San García, que relegó su función artillera a la de almacén de pólvora aunque siguió funcionando como almenara manteniendo contacto visual con la torre del Fraile por el sur y con la ciudad de Algeciras y los fuertes de Isla Verde y Santiago por el norte. En 1810 con motivo de la Guerra de Independencia el fuerte fue destruido por las tropas británicas y la torre quedó parcialmente inutilizada al desmantelarse su terrado. La destrucción completa llegó en 1898 cuando con motivo de la Guerra hispano-estadounidense fue dinamitada junto a otras torres de la región como la Torre de los Adalides.[2]​

Parque del Centenario (Algeciras)
Parque del Centenario (Algeciras)

El parque del Centenario es un parque público de Algeciras (provincia de Cádiz), España, situado en la punta de San García. Fue construido en 2007 gracias a la colaboración entre la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras y el Ayuntamiento de la ciudad con motivo del cien aniversario de la conferencia de Algeciras y de la creación de la Junta de Obras del Puerto.[1]​ El lugar en el que se encuentra situado tiene más de 100 000 m², correspondientes a antiguos terrenos militares comprados por el puerto para futuras ampliaciones pero finalmente cedidos a la ciudad en 2006 para que formara parte del equipamiento público. En el parque se sitúan las ruinas del antiguo fuerte de San García, destruido alrededor de 1811 por las tropas británicas con motivo de la guerra de independencia entre España y Francia; también existen varios nidos de ametralladoras del siglo XX, y los restos de la antigua torre almenara del siglo XVI.[2]​ Todas esas estructuras puestas en valor actúan como equipamiento museístico de la ciudad; también destaca la estructura metálica que se levanta en el lugar de la antigua torre almenara, marcando su altura y representando la dirección y la fuerza con la que sopla el viento de la zona, un elemento más del parque, que también está presente en la dirección y el tamaño de unas estructuras de hormigón que a modo de cajas enmarcan el paisaje y dan cobijo al paseante. En los alrededores del parque se encuentran varias urbanizaciones de chalés y dos playas, la de San García y la del Chinarral. Las comunidades vegetales presentes en el parque han sido poco degradadas por la acción humana, aún encontrándose el parque rodeado de terreno urbano. Las especies vegetales de la zona se corresponden con el mismo modelo de vegetación de toda la zona norte del Estrecho de Gibraltar, especies de escaso porte debido a la fuerte influencia del viento y adaptadas a la salinidad, entre ellos palmitos, lentiscos y otras especies similares que ocupan la práctica totalidad del espacio. En la repoblación previa a la inauguración del parque se actuó sobre una superficie de 16.000 m² con el objetivo de amortiguar el impacto visual de las urbanizaciones circundantes.[3]​ El parque es obra de los arquitectos María Caffarena, Víctor Cobos, Andrés García y Bernardo Gómez, y ha sido ampliamente publicado en diversos medios especializados tanto nacionales como internacionales.[4]​[5]​[6]​[7]​

Segunda batalla de Algeciras
Segunda batalla de Algeciras

La segunda batalla de Algeciras (también conocida como la batalla del estrecho de Gibraltar) fue una batalla naval librada en la noche del 12 de julio de 1801 (23 Mesidor del IX del calendario republicano francés) entre una escuadra de navíos de línea de la Royal Navy británica y una escuadra más grande de buques de la Armada Española y la Armada francesa en el estrecho de Gibraltar. La batalla siguió a la primera batalla de Algeciras el 6 de julio, en la que una escuadra francesa anclada en el puerto español de Algeciras fue atacada por una escuadra británica más grande con base en la cercana Gibraltar. En un intenso enfrentamiento librado en un clima tranquilo en los confines cercanos de la bahía de Algeciras, la fuerza británica había sido calmada y golpeada, sufriendo grandes bajas y perdiendo el buque de 74 cañones HMS Hannibal. Al retirarse para reparaciones, ambas partes llamaron refuerzos, recibiendo primero el apoyo de los franceses, de la flota española con base en Cádiz, que envió seis navíos de línea para escoltar a la escuadra francesa a un lugar seguro. Al llegar a Algeciras el 9 de julio, la escuadra combinada estaba lista para zarpar de nuevo el 12 de julio, partiendo de Algeciras hacia el oeste durante la noche. La escuadra británica al mando del contraalmirante Sir James Saumarez, después de haber realizado sus propias reparaciones apresuradas, partió en su persecución. Al descubrir que sus barcos se estaban quedando atrás, Saumarez instruyó a sus capitanes para que se separaran y atacaran al escuadrón combinado lo mejor que pudieran. El barco más rápido fue el HMS Superb al mando del capitán Richard Goodwin Keats, que navegó a través de la retaguardia española cuando cayó una noche sin luna. Superb disparó contra los barcos más traseros, incendiando el Real Carlos de 112 cañones y capturando al San Antonio. Incapaz de determinar amigo de enemigo en la oscuridad, el Real Carlos se enfrentó inadvertidamente al barco español San Hermenegildo, extendiendo el fuego a su compatriota. Posteriormente, ambos barcos explotaron con una enorme pérdida de vidas. Luego se desarrolló una segunda etapa de la batalla, cuando el HMS Venerable tomó la delantera de la línea británica, atacando el buque francés Formidable más trasero bajo el mando del capitán Amable Troude. En un enfrentamiento furioso y prolongado, Venerable sufrió graves daños y fue conducido a tierra, permitiendo que el resto de la fuerza francesa regresara a Cádiz sin más combates. Después de la batalla, el Venerable fue remolcado de regreso a Gibraltar para reparaciones, mientras que el resto de la escuadra británica reanudó el bloqueo de los barcos franceses y españoles en Cádiz, devolviendo la situación a la anterior a la batalla. Esta victoria británica, que se produjo tan pronto después de la derrota de Saumarez en el puerto de Algeciras, hizo mucho para restaurar la paridad en la región y las grandes bajas infligidas a los españoles contribuyeron a un debilitamiento de la alianza franco-española y la firma del Tratado de Amiens, que detuvo temporalmente la guerra a principios del año siguiente. En Francia, a pesar de las grandes pérdidas españolas, la batalla fue celebrada como una victoria, con Troude ampliamente elogiado y promovido por la defensa de su barco.

Primera batalla de Algeciras
Primera batalla de Algeciras

Para batallas similares, ver Batalla de Algeciras. La Primera Batalla de Algeciras fue una batalla naval que tuvo lugar el 6 de julio de 1801 —17 Mesidor y IX del Calendario republicano francés— entre un escuadrón de navíos de línea de la Royal Navy británica y un escuadrón de la Armada francesa más pequeño anclado en el puerto español fortificado de Algeciras en el estrecho de Gibraltar. Los británicos superaban en número a sus oponentes, pero la posición francesa estaba protegida por las baterías españolas y los complicados bancos que ocultaban la entrada a la bahía de Algeciras. El escuadrón francés, bajo el mando del contra-almirante Charles Linois, se había detenido en Algeciras de camino a la mayor base naval española en Cádiz, donde formaron una flota combinada francesa y española para las operaciones contra Gran Bretaña y sus aliados en las Guerras de la Revolución Francesa. Los británicos, bajo el mando del contralmirante Sir James Saumarez, intentaron eliminar al escuadrón francés antes de que pudiera llegar a Cádiz y formar una fuerza lo suficientemente poderosa como para abrumar a Saumarez y lanzar ataques contra las fuerzas británicas en el Mar Mediterráneo. Navegando directamente desde su estación de bloqueo frente a Cádiz, el escuadrón de Saumarez consistía en seis barcos de línea, el doble en número que la flota bajo el mando de Linois. Al descubrir a los franceses anclados en Algeciras en la mañana del 6 de julio, Saumarez lanzó un ataque inmediato al anclaje a través de los complicados bancos de la Bahía de Algeciras. Aunque el ataque inicial causó graves daños a los barcos franceses, los vientos ligeros y las aguas poco profundas llevaron al barco británico HMS Hannibal a zona bajo fuego intenso, mientras que los barcos franceses fueron conducidos a tierra para evitar su captura. Con sus intenciones frustradas, Saumarez ordenó a su escuadrón que se retirara, cinco de sus barcos salieron de la bahía mientras el maltratado Hannibal quedó atrapado. Aislado e incapaz de maniobrar, el capitán Solomon Ferris del Hannibal soportó el fuego enemigo durante otra media hora antes de entregar su nave. Ambas partes sufrieron graves daños y bajas, pero también eran conscientes de que la batalla se reincorporaría inevitablemente, por lo que las consecuencias de la derrota británica fueron una de las frenéticas actividades en Gibraltar, Algeciras y Cádiz. Mientras los escuadrones británico y francés realizaron reparaciones apresuradas, la flota francesa y española en Cádiz se preparó para una misión de rescate, un escuadrón pesado que llegó a Algeciras el 12 de julio. Cuando el escuadrón partió con el escuadrón de Linois, fue atacado de nuevo por el escuadrón de Saumarez en la Segunda Batalla de Algeciras y capturado en la noche por barcos más rápidos y más maniobrables, lo que provocó que los británicos infligieran grandes pérdidas en la retaguardia española, pero fallaron por segunda vez para destruir el escuadrón francés.

Fuerte de Isla Verde
Fuerte de Isla Verde

El fuerte de Isla Verde es una instalación militar diseñada por el ingeniero Juan de Subreville y construida en 1734 en la Isla Verde frente a la Villa Vieja de Algeciras y la desembocadura del río de la Miel, ingeniero que también diseñó la reconstrucción del Castillo de Valencia de Alcántara en la parte occidental de la provincia de Cáceres. El fuerte fue construido con motivo de los asedios a la ciudad de Gibraltar y ampliado a lo largo de los siglos hasta la construcción de dos búnkeres de ametralladoras en 1942. En la actualidad se encuentra en el interior del Puerto de Algeciras, muy transformado y a la espera de nuevas intervenciones arqueológicas que lo pongan en valor.[1]​ Tras la conquista británica de la ciudad de Gibraltar de 1704 y los sucesivos intentos de recuperar la plaza por parte de las tropas españolas las autoridades militares de este país tomaron conciencia de la fragilidad de la costa circundante de la bahía de Algeciras. Uno de los principales puntos de apoyo para el sistema defensivo que comenzó a crearse a principios del siglo XVIII fue la Isla Verde de Algeciras, una pequeña isla de forma alargada y paralela a la costa situada frente a la ciudad y al puerto localizado en la desembocadura del río de la Miel. Aunque quizás los primeros elementos de artillería fueron emplazados en el lugar en el asedio a Gibraltar de 1704 y ya en el asedio de 1727 existía una batería provisional no fue hasta 1734 cuando comenzaron las obras de fortificación del islote. El proyecto del fuerte fue obra del ingeniero militar Juan de Subreville basado en proyectos anteriores de Jorge Próspero de Verboom. El fuerte contaba con tres baterías:[2]​ Batería de Algeciras (llamada de San Cristóbal a partir de 1745), se dirigía hacia el norte controlando barcos que pudieran atacar la Villa Nueva de la ciudad, veinte metros de largo con capacidad para 4 o 5 cañones. Batería principal (de Santa Bárbara desde 1745) en dirección sureste, sus cañones se dirigían hacia la entrada de la bahía y podía cruzar fuego con la batería del Fuerte de San García, cuarenta metros y trece cañones de artillería gruesa. Batería de San García (de San Francisco desde 1745), apuntando en dirección suroeste, hacia la batería de Punta Rodeo con la que cruzaba fuego, la menor de las tres, apenas 9 metros y dos cañones.Las baterías se situaban en los bordes de la isla, y estaban unidas entre ellas por un muro con escarpa que impedía el desembarco. En el interior de la isla junto a la batería de Algeciras se situaba el cuartel principal con capacidad para 70 hombres y con tres espacios: dormitorios para oficiales, para soldados y almacén de víveres; entre las baterías principal y de San García se situaba el cuartel de Artilleros y el almacén de artillería.[3]​ Este edificio estaba separado de la batería principal por un espaldón, estructura que impedía que los proyectiles que no acertaran en la batería llegaran a la construcción; por último, en el centro de la isla se encontraba el polvorín, edificio de gruesas paredes que impedían que un proyectil hiciera detonar el armamento allí depositado.[2]​ En el norte de la isla, en la zona a nivel del mar junto a la puerta, se construyó en la reforma de 1745 una batería provisional que se denominó de San Joaquín, con el llamado Cuerpo de Guardia de la Playa. Años después, en 1756 los cuarteles del fuerte son acondicionados para funcionar como cárcel para presos de Estado. En 1779 durante el Gran Asedio de Gibraltar fue ampliada su dotación artillera al tiempo que se construía un astillero en la costa más cercana a la isla y protegida por las baterías de ésta donde se construyeron las baterías flotantes diseñadas por el ingeniero Arçon.[2]​ La principal acción bélica en la que participaría el fuerte de Isla Verde fue la denominada Batalla de Algeciras en 1801 entre la flota de la Primera República Francesa y la del Reino Unido. El 13 de junio de ese año la escuadra francesa, perseguida por la británica se resguardó en la bahía de Algeciras al amparo de las baterías de Santiago, San García e Isla Verde. El desarrollo de esta batalla hizo que el fuerte fuese tomando cada vez más importancia en el mismo actuando en los últimos momentos como vanguardia de las tropas defensoras. El daño causado por los cañones de la isla hizo que James Saumarez, comandante de la flota británica, ordenara el desembarco en la Isla Verde para tomar el fuerte. Varios botes se aproximaron bajo el fuego de mortero y fusil y algunos soldados lograron desembarcar en la playa bajo la muralla de la fortificación. No pueden, sin embargo, tomar el fuerte y los soldados defensores matan a gran cantidad de ellos y hunden varias lanchas hasta que Saumarez ordena la retirada.[4]​ En 1810, con motivo de unas reformas se construyó una estructura de ingreso triangular en el norte de la isla, junto a la batería provisional. Con el avance del siglo las instalaciones fueron necesitando continuas reparaciones que no llegaban a llevarse a cabo, así en 1825 dos lienzos de la muralla caían a consecuencia de un fuerte temporal. En 1841 se amplió la batería principal con nuevas troneras en el norte de la batería y en los años siguientes se abrieron otras tres más junto a ésta junto a un puesto para fusileros. Alrededor de 1845 la muralla se encontraba completa tras las reparaciones acometidas y su cierre allí donde el proyecto inicial no lo contemplaba. En 1863 se construiría el Faro de Isla Verde, proyecto de Jaime Font en el interior del fuerte sobre la batería de San García que quedó inutilizada.[1]​ A principios del siglo XX se consideró que la fortificación dejaba de tener uso militar. El crecimiento del nuevo puerto de Algeciras dio un nuevo uso a la zona después de que en 1919 las instalaciones fueran cedidas a la Junta de Obras del puerto. De esta forma sus principales estructuras fueron parcialmente arrasadas e integradas en el puerto con la construcción de unos astilleros adosados a la muralla sur y varias dependencias internas destinadas a reparaciones. En 1939 dentro del Plan defensivo del Campo de Gibraltar, un proyecto de fortificación acometido en el área del Estrecho para evitar una posible invasión aliada durante la Segunda guerra mundial se construyeron dos búnkeres adosados a la muralla al norte y al sur y una estructura cilíndrica destinada a emplazar una ametralladora antiaérea. Junto a estos búnkeres, fuera de la muralla, se construyó un cuartel para tropa que estuvo ocupado por 40 soldados durante unos años.[1]​ El paso de los años y la ampliación del Puerto de Algeciras hizo perder el carácter insular de la Isla Verde en los años 60. El fuerte quedó relegado a zona de almacén y reparación realizándose numerosas obras que degradaron y destruyeron parte de las estructuras anteriores. Se demolieron los edificios originales y se rellenó la explanada central. En 2006 diversas intervenciones arqueológicas a cargo de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras descubrieron parte de las construcciones. Se demolieron las estructuras adosadas a la muralla y las construcciones del siglo XX. Se actuó sobre la tronera norte de la batería principal recuperando el pavimento original formado con losas de Tarifa, la planta de los cuarteles y la muralla sur que había quedado enmascarada con los tinglados de los astilleros adosados. También se recuperó uno de los búnkeres y la estructura artillera antiaérea adyacente.[1]​ Aunque en la actualidad el fuerte puede visitarse no se encuentra señalizado y es difícil de interpretar sus restos. Por ello tras la primera intervención arqueológica realizada en 2006 y las que se proyentan en años siguientes se pretende poner en valor la fortificación para añadirla al equipamiento cultural de la ciudad.[5]​