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Puente del Carrousel

Arquitectura de 1939Francia en 1939I Distrito de ParísInfraestructuras de Francia de los años 1930Puentes de Francia del siglo XX
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Paris Pont du Carrousel downstream frontal 01a
Paris Pont du Carrousel downstream frontal 01a

El puente del Carrousel (del francés: Pont du Carrousel) es un puente parisino sobre el río Sena que une el I Distrito y el VII Distrito de la ciudad. Su nombre se debe a la cercanía del Arco de Triunfo del Carrusel. Antiguamente utilizó también los nombres de Puente del Louvre dada su proximidad con el Palacio del Louvre o Puente de los Santos Padres (Pont des Saints-Pères). En 1999, quedó incluido dentro de la delimitación del ámbito de Riberas del Sena en París, bien declarado patrimonio de la Humanidad por la Unesco.[1]​

Extracto del artículo de Wikipedia Puente del Carrousel (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Puente del Carrousel
Puente del Carrusel, París Paris 1er Arrondissement (París)

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Coordenadas geográficas (GPS)

Latitud Longitud
N 48.859392 ° E 2.332922 °
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Dirección

Pont du Carrousel

Puente del Carrusel
75001 París, Paris 1er Arrondissement (París)
Isla de Francia, Francia
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Paris Pont du Carrousel downstream frontal 01a
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Primer Imperio francés
Primer Imperio francés

El primer Imperio francés,[n. 1]​ también conocido como el Imperio napoleónico o la Francia napoleónica, fue el gobierno monárquico establecido por Napoleón Bonaparte tras la disolución de la Primera República Francesa en 1804.[3]​ En su máximo apogeo, el Imperio comprendió la mayor parte de Europa Occidental y Central, además de poseer numerosos dominios coloniales y estados clientelares. El régimen duró desde el 18 de mayo de 1804 —proclamación de Napoleón como Emperador— hasta el 7 de julio de 1815, día de la entrada de las fuerzas del rey Luis XVIII a París. La presencia de Napoleón Bonaparte, un militar temido y que encarnaba los ideales revolucionarios, despertó el miedo de las monarquías absolutistas que, temiendo la expansión de las ideas de la revolución francesa y auspiciadas por el Reino Unido, no cesaron en hacerle la guerra a Francia. Sin embargo, se toparon con una serie de derrotas humillantes a manos del emperador. Para el año 1812, Napoleón ya controlaba toda Europa occidental y central, con la excepción de la Gran Bretaña y Portugal. Con sus conquistas, varios gobiernos absolutistas fueron extintos y las ideas de la revolución francesa se diseminaron por Europa. Napoleón acariciaba el deseo de transformar a Francia en una potencia hegemónica, y se esforzó en lograrlo haciendo gala de un genio militar y una capacidad de liderazgo innatos. Mantuvo un gobierno constitucional, que reservaba un inmenso poder político a la figura del emperador, inspirado en su popularidad y su estrecha relación con el ejército. Aun así, el imperio fue fundado y gobernado en las bases de la revolución francesa: Napoleón fue elegido soberano mediante un plebiscito, estableciendo un estado continental y centralizado muy comparable al antiguo Imperio romano. Su régimen finalizó luego de consecuentes derrotas militares, tras verse obligado a enfrentar a casi toda Europa en conjunto. Sin embargo, la influencia de la Francia napoleónica perduró más allá de su existencia, en las décadas siguientes estallarían por todo el continente una serie de revoluciones populares que pondrían fin definitivo al despotismo. En el plano interno, Napoleón consiguió restablecer la estabilidad política de Francia y creó una infraestructura capaz de impulsar los negocios de la burguesía francesa; bajo su gobierno, Francia alcanzaría su máximo esplendor. Puso fin al ancestral feudalismo de la monarquía y creó una nobleza del mérito comprendida por aquellos considerados competentes y dignos de tal posición. Impulsó el liberalismo económico, las construcciones, la educación, las artes y las leyes, siendo sus famosos código civil y código de comercio (el conjunto de las normas del derecho civil y del derecho mercantil francés un solo texto legal) uno de sus mayores legados a la humanidad, pues inspira hoy en día a casi la mitad de los ordenamientos jurídicos del mundo.