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Plaza del Castillo (Pamplona)

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Pamplona plaza del Castillo 2
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La Plaza del Castillo (Gazteluko Plaza o Gazteluko Enparantza en euskera) es una plaza pública situada en el centro de la ciudad de Pamplona (Navarra), España y que ocupa una superficie de casi 14.000 m2. Es la segunda más grande de la ciudad siendo superada por la Plaza de los Fueros, con unos 18.000 m2.[1]​ Desde su construcción la plaza se convirtió en el centro neurálgico de la vida social pamplonesa y en uno de los iconos más reconocibles de la ciudad, siendo hoy en día todavía escenario de importantes acontecimientos de la misma, por lo que suele ser habitual referirse a ella como "el cuarto de estar" de todos los pamploneses.

Extracto del artículo de Wikipedia Plaza del Castillo (Pamplona) (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Plaza del Castillo (Pamplona)
Plaza del Castillo, Pamplona Casco Antiguo

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N 42.81681 ° E -1.64283 °
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Plaza del Castillo

Plaza del Castillo
Pamplona, Casco Antiguo
Navarra, España
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Pamplona plaza del Castillo 2
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Reino de Navarra
Reino de Navarra

El reino de Navarra (en euskera, Nafarroako Erresuma) fue uno de los reinos medievales de Europa situado en ambas vertientes de los Pirineos occidentales, pero con la mayor parte de su territorio localizado al sur de la cordillera pirenaica, en el norte de la península ibérica. Fue el sucesor, desde 1162, del reino de Pamplona, fundado por los vascones en torno a la capital navarra en 824, según afirman algunos historiadores. Tras unos primeros años de expansión y la posterior merma territorial a manos de Castilla y Aragón, el Reino de Navarra se estabilizó con dos territorios diferenciados: la Alta Navarra, al sur de los Pirineos y en la que se encontraba la capital y la mayor parte de la población y los recursos, y la Baja Navarra o Navarra Continental, al norte de la cordillera pirenaica. Entre 1234 y 1512 estuvo vinculado con el reino de Francia, y dentro de su órbita, durante varios siglos a través de varias dinastías (Champaña, Capetos, Évreux y Foix). En algunas ocasiones directamente unido al trono francés (como con los Capetos) entre 1284 y 1328. El fin de la independencia del reino se produjo cuando Fernando el Católico, y posteriormente su nieto borgoñón Carlos I de España, llevaron a cabo la conquista militar entre los años 1512 y 1528 con distintas resistencias. Se realizaron varios intentos de recuperar la independencia en los años siguientes y finalmente Carlos I de España se replegó de la Baja Navarra por su difícil control. Por lo que esta porción siguió siendo independiente manteniendo las dinastías Foix y Albret, hasta que se asoció dinásticamente a la Corona francesa al subir su rey, Enrique III, al trono galo. Así, los monarcas franceses se intitularon «reyes de Francia y de Navarra». La unión del reino de Navarra a Francia, puramente dinástica, se hizo conservando siempre sus propias instituciones (así, cuando Luis XVI convocó los Estados Generales de Francia, Navarra no envió formalmente diputados a estos, sino al rey en persona, de manera independiente y con su propio cuaderno de agravios).[5]​ Sin embargo, su estatus diferenciado dentro de la Corona terminó en 1789,[6]​ al ser abolido como reino. Por otra parte, la Navarra peninsular o Alta Navarra se convirtió en uno más de los reinos y territorios de la Corona de Castilla y finalmente de la Monarquía Hispánica, estatus que conservó, gobernada por un virrey, hasta 1841, fecha en la que pasó a ser considerada «provincia foral» española mediante la posteriormente denominada Ley Paccionada, tras la Primera Guerra Carlista.