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Plaza Manuel Gamio

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Plaza Manuel Gamio 2
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La plaza Manuel Gamio es un espacio público del Centro Histórico de la Ciudad de México. Se encuentra entre la zona arqueológica del Templo Mayor y el sagrario de la Catedral Metropolitana. Fue nombrada en honor al arqueólogo precursor de las excavaciones del recinto ceremonial de los mexicas, y comprende el espacio entre las calles Moneda (al sur) y un fragmento de República de Guatemala al norte. Por su cercanía con el Templo Mayor es sitio frecuente de importantes hallazgos de la antigua Tenochtitlan[1]​ y debido a la cercanía con el sitio en donde se hizo la primera traza urbana de la actual capital mexicana en 1522, guarda cercanía en sitios en donde se estableció la primera sede de la Real y Pontificia Universidad de México, la primera sede de la casa de moneda, la casa arzobispal y la mencionada catedral y el primer Museo Etnográfico del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), entre otros. Fue a partir de las obras de creación de la zona arqueológica a partir de 1978 en el que la plaza recibió su actual configuración y el cierre definitivo al tránsito vehicular de calles como Seminario.

Extracto del artículo de Wikipedia Plaza Manuel Gamio (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Plaza Manuel Gamio
Moneda, Ciudad de México

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Coordenadas geográficas (GPS)

Latitud Longitud
N 19.434144444444 ° E -99.132038888889 °
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Dirección

Parroquia de la Asunción - Sagrario Metropolitano

Moneda
06060 Ciudad de México
México
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Plaza Manuel Gamio 2
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Lugares cercanos

Real y Pontificia Universidad de México
Real y Pontificia Universidad de México

La Real y Pontifica Universidad de México fue una universidad del virreinato de la Nueva España creada por real cédula del emperador Carlos V, firmada en su nombre por el príncipe Felipe, en la ciudad de Toro (Zamora) el 21 de septiembre de 1551 e inaugurada el 25 de enero de 1553. Aunque el papado concedió una bula en la que daba su autorización, esta nunca llegó a la Nueva España, ya que el rey y su Consejo de Indias consideraron que se excedían los privilegios a la universidad, por tanto la bula permaneció en España. Fue en el siglo XVIII cuando comenzó a utilizarse la denominación de "pontificia", lo que el investigador Enrique González González ha denominado un "símbolo de honra". Tradicionalmente, se consideran a la Universidad Nacional Autónoma de México[1]​ y la Universidad Pontificia de México[2]​ como sus herederas institucionales. Sin embargo, se ha planteado un debate acerca de la continuidad de la universidad virreinal con la UNAM. Esta idea se originó con motivo de los festejos del IV Centenario de la Universidad de México en 1951 que diferían con las intenciones de Justo Sierra, quien buscaba crear una nueva universidad en 1910, diferente a la virreinal (incluso antítesis de ella); aunque es común ver en eventos formales engalanarse con pendones con el actual escudo universitario flanqueado, entre otros, con el de la Real Universidad de México.[3]​ Por otro lado, el 25 de enero de 2012, la congregación para la educación católica otorgó a la Universidad Pontificia de México el reconocimiento de ser la misma institución que la Real y Pontificia Universidad de México.[4]​ Fue su primer rector y catedrático don Francisco Cervantes de Salazar.

Museo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público
Museo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público

El Museo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se encuentra localizado en el Centro Histórico de la Ciudad de México, México. El museo se enfoca a la difusión de arte moderno y contemporáneo. El Antiguo Palacio del Arzobispado fue erigido sobre el templo de Tezcatlipoca, una de las más importantes construcciones de la antigua Tenochtitlan. La construcción de esta sede arzobispal inició durante los primeros años de la etapa colonial cuando fray Juan de Zumarraga realizó la compra de algunas propiedades en el centro de la recién trazada capital, para construir en ella la edificación que abría de albergar la residencia del arzobispo de México así como algunas oficinas y una prisión. Tras las ampliaciones y cambios que tuvo a largo del periodo virreinal, el edificio fue expropiado a mediados del siglo XIX como parte de las leyes de desamortización de los bienes del clero y pasó a formar parte del patrimonio de la Secretaría de Hacienda, misma que estableció en ella sus oficinas conservando la parte central de la edificación y vendiendo el resto a particulares, con lo cual se redujo la superficie del edificio a tan sólo una parte de la dimensión que llegó a alcanzar durante su periodo de mayor esplendor. Luego de verse seriamente afectado por los sismos de 1985, el edificio fue sometido a un profundo proceso de restauración en el cual fue posible encontrar parte de antigua plataforma del Templo de Tezcatlipoca así como numerosos objetos pertenecientes a la cultura mexica. Al finalizar dicho proceso, el antiguo palacio arzobispal fue destinado a albergar parte de las colección de arte de la Secretaría de Hacienda, una de las más grandes del país. En la actualidad en este edificio se realizan un importante número de exposiciones temporales, eventos culturales y presentaciones editoriales en el marco de su majestuosa arquitectura.

Centro Cultural de España en México
Centro Cultural de España en México

El Centro Cultural de España en México (CCEMx) es un espacio cultural que, ubicado en el corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México, forma parte de la Red de Centros Culturales de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Todas sus actividades son abiertas y gratuitas. Se trata de un espacio cultural multidisciplinario que ofrece actividades en ocho diferentes formatos: cine; música; formación (a través de talleres y conferencias); artes en vivo; humanidades y literatura; actividades infantiles; arte, ciencia, tecnología y sociedad; exposiciones. Se encuentra localizado en el número 18 de la calle Guatemala y en el número 97 de la calle Donceles en el Centro Histórico de la Ciudad de México, justo detrás de la Catedral Metropolitana.[1]​ El centro se enfoca en el arte contemporáneo, principalmente iberoamericano, y tiene como base los siguientes objetivos: apoyar a la recuperación del centro histórico de la Ciudad de México, fomentar las actividades culturales, promover valores de convivencia, de identidad y la creatividad cultural, con un enfoque de género y sostenibilidad ambiental, además de apoyo al patrimonio cultural indígena.[2]​ En 2012, en su sótano se inauguró el Museo de Sitio del Centro Cultural de España en México, que recuperan y exponen restos prehispánicos que corresponderían al Calmécac de México-Tenochtitlan.

Catedral Metropolitana de la Ciudad de México
Catedral Metropolitana de la Ciudad de México

La Catedral Metropolitana de la Asunción de la Santísima Virgen María de los Cielos de la Ciudad de México (también, Catedral de la Asunción de María de México o Catedral Metropolitana de la Ciudad de México o, coloquialmente, la Catedral) es la sede de la Arquidiócesis Primada de México y se ubica en el lado norte de la Plaza de la Constitución (el Zócalo) en el Centro Histórico de la Ciudad de México, en la demarcación o alcaldía Cuauhtémoc. Al formar parte del mencionado conjunto arquitectónico en esa área de la ciudad, es en consecuencia Patrimonio de la humanidad desde 1987. Las medidas aproximadas de este templo son 59 metros de ancho por 128 de largo y una altura de 67 metros hasta la punta de las torres. Es una de las obras más sobresalientes de la arquitectura hispanoamericana.[3]​[4]​[5]​ Fue construida, según los planos del arquitecto español Claudio de Arciniega, quien se inspiró en catedrales españolas,[6]​ alrededor de una iglesia que fue erigida en el lugar poco después de la conquista española de Tenochtitlán. Las obras comenzaron en 1573, concluyeron en el interior en 1667 y en el exterior hasta 1813.[7]​ Debido al prolongado tiempo que llevó su construcción, poco menos de 250 años, prácticamente todos los principales arquitectos, pintores, escultores, doradores y demás artistas plásticos del virreinato trabajaron en algún momento en la edificación del recinto. Esa misma condición, la de su extenso lapso de edificación, permitió que se integraran en ella los diversos estilos arquitectónicos que estuvieron vigentes y en boga en esos siglos: gótico, barroco, churrigueresco, neoclásico, entre otros. Misma situación experimentaron los distintos ornamentos, pinturas, esculturas y mobiliario en el interior.[8]​[9]​ Su realización significó un punto de cohesión social, pues en ella participaron lo mismo autoridades eclesiásticas, gubernamentales, distintas cofradías y hermandades religiosas, que múltiples generaciones de grupos sociales de todas las clases.[10]​ Es también, como consecuencia de la influencia de la iglesia católica en la vida pública, que el inmueble se entrelazó con acontecimientos de trascendencia histórica para las sociedades de la Nueva España y del México independiente. Por citar algunos, se encuentran la coronación de Agustín de Iturbide y Ana María Huarte como emperadores de México por el presidente del Congreso; el resguardo de los restos fúnebres del mencionado monarca; sepultura hasta 1925 de varios de los próceres de la independencia como Miguel Hidalgo y Costilla y José María Morelos y Pavón; las disputas entre liberales y conservadores ocasionadas por la separación de la iglesia y el estado en la Reforma; el cierre del inmueble en los días de la Guerra Cristera; las visitas de los Papas Juan Pablo II (26 de enero de 1979) y Francisco (13 de febrero de 2016); los festejos del bicentenario de la independencia, entre otros.[11]​ La catedral presenta cuatro fachadas en las que se abren portadas flanqueadas por columnas y estatuas. Cuenta con cinco naves que se componen de 51 bóvedas, 74 arcos y 40 columnas; Hay dos torres-campanario que contienen actualmente 35 campanas. En su interior destacan dos grandes altares, la sacristía y el coro. Existen dieciséis capillas dedicadas a diferentes santos, cuya construcción fue patrocinada por diferentes hermandades religiosas. Las capillas están ricamente adornadas con altares, retablos, pinturas, muebles y esculturas. En el coro catedralicio se encuentran dos de los órganos dieciochescos más grandes del continente. Bajo el edificio hay una cripta en la que reposan los restos de algunos arzobispos de México. Junto a la catedral se encuentra el sagrario, en cuyo interior se ubica el baptisterio.

Templo Mayor
Templo Mayor

El Templo Mayor o Gran Templo de México (denominación empleada por fray Bernardino de Sahagún) es un recinto que comprende una serie de construcciones, edificios, torres (a cada una de estas construcciones piramidales la denomina él torre[1]​ o cu[2]​ —éste sería el adoratorio indígena, pudiendo haber varios adoratorios por torre— y fray Toribio de Benavente las describe como una gran cepa cuadrada y esquinada coronada por uno o dos altares[3]​) y un patio, el espacio físico donde se ubicaban las mismas, cercado por una pared que contaba con unas puertas que daban acceso a las calzadas principales de la ciudad.[4]​ En la actualidad a la principal torre de todas (que tiene dos adoratorios, dos teocalli) se le conoce como Templo Mayor (Huey Teuccalli 'Templo Principal'[5]​ en náhuatl)[6]​ y el espacio físico donde se ubicaba, como Recinto del Templo Mayor y fueron el centro absoluto de la vida religiosa mexica, esto es, la de los aztecas de México-Tenochtitlan. En el Recinto del Templo Mayor confluían los aspectos más importantes de la vida política, religiosa su mitología y económica de los mexicas, aquí tenían lugar desde las fiestas que el tonalpohualli marcaba hasta la entronización de tlatoanis y funerales de viejos gobernantes. La construcción del templo principal de este recinto se realizó en siete etapas y alcanzó una altura aproximada de 45 metros.[6]​ El Templo Mayor fue el centro simbólico de la gran red tributaria del Imperio Mexica, un lugar en donde se reunían las ofrendas sagradas y depósitos funerarios; un adoratorio a las deidades de la guerra y la lluvia; un símbolo de los logros de los aztecas ante sus enemigos. Los templos gemelos coronan la base piramidal reflejan la antigua y persistente visión cosmológica de una serie de oposiciones coincidentes, entre ellas: cielo / tierra, sequía / lluvia, solsticio de verano / solsticio de invierno y los cultos a los dioses Tláloc – Tlaltecuhtli /Cihuacóatl-Coatlicue Coyolxauhqui. Cada uno de estos dos altares del Templo Mayor estaba dedicado a un dios (o a varios), a Huitzilopochtli del lado izquierdo[7]​ (sur), donde se encuentra el monolito de Coyolxauhqui. El otro altar está dedicado a Tláloc y a los Tlaloques,[8]​ del lado derecho (norte) donde está el Chac Mool. Al lado de este se encuentra la piedra de los sacrificios. Y cada una de estas 78 construcciones, sean torres o edificios, que formaban parte del gran templo de México tenía un nombre. En cada ciudad del México prehispánico solía existir un recinto delimitado con este tipo de construcciones y destacaba el templo dedicados al Dios Huitzilochtli denominado «tlacatecco».[9]​

México-Tenochtitlan
México-Tenochtitlan

Tenochtitlan[nota 1]​( escuchar) fue la capital del Imperio azteca o mexica.[2]​ Durante la dominación española se fundó sobre ella la Ciudad de México, que fue la capital del Virreinato de la Nueva España y tras la independencia, es la capital de los Estados Unidos Mexicanos. La fundación de la ciudad fue un hecho cuya historia se mezcla con la mitología, lo cual es distintivo de los pueblos originarios americanos.[nota 2]​ Fuentes del siglo XVI que hicieron correlaciones de los antiguos calendarios con los occidentales la han situado en diversos años, siendo la más frecuente el 13 de marzo de 1325 (697 años), —2 casa en la cuenta calendárica mexica—, 1345, 1363, 1364 y otros[3]​ en un islote al centro de la zona lacustre, de acuerdo con la información registrada en varios documentos coloniales, al igual que en los relieves posteriores del monolito mexica llamado Teocalli de la Guerra Sagrada. El mito de la fundación cuenta que México-Tenochtitlan fue poblada por un grupo de tribus nahuas migrantes desde Aztlán, lugar cuya ubicación precisa se desconoce. Tras merodear por las inmediaciones del lago de Tetzcoco, los futuros mexicas se asentaron en diversos puntos de la cuenca de México que estaban sujetos al altépetl de Azcapotzalco. La migración concluyó cuando fundaron su ciudad en un islote cercano a la ribera occidental del lago. Las excavaciones arqueológicas apuntan a que el islote de México estuvo habitado desde antes del siglo XIV y que la fundación de Tenochtitlan pudo ser posterior a la de México-Tlatelolco, su "gemela" del norte. México-Tenochtitlan se convirtió en un altépetl independiente tras el establecimiento de una alianza con Texcoco y Tlacopan que derrotó a Azcapotzalco. La capital de los mexicas se convirtió en una de las mayores ciudades de su época en todo el mundo y fue la cabeza de un poderoso estado multiétnico que dominó una gran parte de Mesoamérica. El florecimiento de la ciudad se realizó a costa del tributo pagado por los pueblos sometidos a su poder. Por ello, cuando los españoles llegaron a Mesoamérica, numerosas naciones indígenas se aliaron con ellos con el objetivo de poner fin a la dominación tenochca. Cuauhtémoc —último tlatoani de México-Tenochtitlan— encabezó la resistencia de la ciudad, que cayó el 13 de agosto de 1521, a manos de los españoles y sus aliados indígenas, todos bajo el mando de Hernán Cortés.