place

Ducado de Milán

Antiguos ducados de Italia en la Edad MediaDucado de MilánEstados desaparecidos de la península itálicaEstados y territorios desaparecidos en 1796Estados y territorios fundados en 1395
Historia de MilánMilanesadoTerritorios de la Monarquía Católica en Europa
Flag of the Duchy of Milan (1450)
Flag of the Duchy of Milan (1450)

El Ducado de Milán (en latín: Ducatus Medionali, en italiano: Ducato di Milano y en lombardo: Ducaa de Milan), también llamado Milanesado o Estado de Milán, fue durante la Edad Media la principal potencia del norte de la península itálica. El ducado fue creado en 1395 por Gian Galeazzo Visconti, señor de Milán. Cuando la dinastía Visconti se extinguió, en 1447, Milán fue declarado una república (conocida como República Ambrosiana), a pesar de las pretensiones del duque de Orleans, legítimo heredero. Orleans fue incapaz de tomar posesión de su herencia, pero la república fue corta. El aventurero Francesco Sforza, casado con la hija bastarda del último Visconti,[1]​ tomó Milán en 1450 y se proclamó duque.

Extracto del artículo de Wikipedia Ducado de Milán (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Ducado de Milán
Via Enrico Toti, Milán Municipio 1

Coordenadas geográficas (GPS) Dirección Número de teléfono Página web Lugares cercanos
placeMostrar en el mapa

Wikipedia: Ducado de MilánContinuar leyendo en Wikipedia

Coordenadas geográficas (GPS)

Latitud Longitud
N 45.466669444444 ° E 9.1666694444444 °
placeMostrar en el mapa

Dirección

Residenza Vignale

Via Enrico Toti 2
20123 Milán, Municipio 1
Lombardía, Italia
mapAbrir en Google Maps

Número de teléfono

call+390248006225

Página web
residenzavignale.com

linkVisitar el sitio web

Flag of the Duchy of Milan (1450)
Flag of the Duchy of Milan (1450)
Compartir la experiencia

Lugares cercanos

República Ambrosiana
República Ambrosiana

La República Ambrosiana Dorada (Aurea en latín y en italiano; Aurea Republega Ambrosiana en lombardo) fue un gobierno de corta duración (1447-1450) fundado en Milán por un grupo de nobles y de juristas de la Universidad de Pavía con apoyo popular, durante la primera fase de la Guerra de sucesión de Milán. Tras la inesperada muerte de Filippo Maria Visconti (13 de agosto de 1447), duque de Milán sin un heredero masculino, un grupo de ciudadanos milaneses —liderados por Innocenzo Cotta, Antonio Trivulzio, Teodoro Bossi, Giorgio Lampugnani y Giovanni da Ossona— aprovechándose de la confusión sucesoria ante los muchos pretendientes, proclamaron la República al día siguiente, el 14 de agosto. El poder lo ostentaba un grupo de 24 capitanes y defensores de la libertad, pronto reducido a 12, y 150 representantes escogidos de entre las distintas asambleas populares. Según Patrick Boucheron, «los conjurados, sin embargo, no pretenden instaurar un nuevo régimen, sino volver a la libertad comunal antigua —lo que reclama el pueblo que ha invadido el palacio ducal».[1]​ El programa de gobierno que se puso en marcha fue ambicioso, con una reforma fiscal, la creación de un studium y de un hospital general, además de una serie de medidas para evitar la personalización del poder político.[1]​ Sin embargo la unidad en el seno del consejo que gobernaba la República no duró mucho y ya en octubre de 1448 los desacuerdos eran evidentes entre los gibelinos y güelfos. En febrero de 1449 se abrió un verdadero periodo de terror llevado a cabo por unos gobernantes cada vez más radicalizados. En el curso del mismo más de 200 ciudadanos fueron ejecutados. Ayudados militarmente por Francesco Sforza, yerno del fallecido duque, lograron resistir primero contra las fuerzas de la República de Venecia, pero después de una traición, Sforza los abandonó y acabó al servicio de los venecianos. De nuevo sintiéndose una vez más traicionado por estos, acabó por capturar en 1450 Milán para sí mismo y convertirse él mismo en duque, aboliendo la República.[1]​ El calificativo de «Ambrosiana» no fue aplicado en la época sino varios siglos después, en el Risorgimento. Sin embargo, desde sus inicios los partidarios de la República se refugiaron tras el santo obispo milanés, evocando el «tiempo de San Ambrosio [su] protector». Como ha señalado Patrick Boucheron, «al lado de referencias a Cicerón o a Tito Livio, o incluso al modelo veneciano, es la memoria del obispo la que forma la base de unidad de la República ambrosiana».[1]​