La autopista Zaragoza-Mediterráneo o AP-2[1] es una autopista española, que une Zaragoza con Barcelona y Tarragona. Discurre entre Alfajarín, cerca de la ciudad de Zaragoza, y Saifores, cerca de El Vendrell, en la provincia de Tarragona, donde enlaza con la AP-7. Era una autopista de peaje, y se convirtió en autopista gratuita tras caducar la concesión pública en 2021, pasando a integrar la Red de Carreteras del Estado.
Anteriormente, un tramo de la B-23 estaba marcado como AP-2, aunque con la misma numeración kilométrica que la B-23, de lo que se deducía que el tramo de AP-7 intermedio formaba parte también de la AP-2. Actualmente, ese tramo ya pertenece oficialmente a la B-23.
Empieza en el enlace 340 de la A-2, Alfajarín, cerca de la ciudad de Zaragoza, y acaba en el enlace con la AP-7 a la altura de Saifores, en la provincia de Tarragona, cerca de El Vendrell. El tramo comprendido entre Zaragoza y Alfajarín formaba parte de esta autopista y estaba libre de peaje, pero con el cambio de denominación de autopistas y autovías de 2003 pasó a formar parte de la A-2.
La autopista se construyó entre 1973[2] y 1977 y constituye un corredor importante entre Madrid y País Vasco con Cataluña. Antes del cambio de denominación de autovías y autopistas se llamaba A-2.
Desde el mes de noviembre de 2009, por un acuerdo de la Diputación General de Aragón y el Ministerio de Fomento con la concesionaria de la autopista, al realizar cualquier trayecto de ida y vuelta (en un máximo de 24 horas) comprendido entre Alfajarín y Fraga, ambos inclusive, y pagar con el dispositivo VIA-T, no se cobraba.
La concesionaria de la autopista era Acesa, filial de Abertis. La concesión finalizó el 31 de agosto de 2021,[3] revirtiendo al Estado.