Jerusalén Este (Yerushalayim HaMizraji; en árabe: القدس الشرقية, Al Quds al Sharqiya, en hebreo: מזרח ירושלים, Mizraj Yerushalayim o ירושלים המזרחית), también referida como Jerusalén Oriental, es la parte de la ciudad de Jerusalén que quedó bajo control jordano tras la guerra árabe-israelí de 1948, y que incluye la Ciudad Vieja de Jerusalén, con numerosos lugares sagrados para el judaísmo, el islam y el cristianismo. Israel conquistó Jerusalén Este en 1967 y se la anexionó en 1980, aunque este movimiento no ha sido reconocido internacionalmente. En la actualidad, Israel controla de facto toda Jerusalén y considera toda la ciudad como su capital, mientras que el Estado de Palestina ha declarado a Jerusalén Este como su propia capital. [1][2][3][4][5][6] Ninguna de estas reivindicaciones ha obtenido un amplio apoyo internacional.
Según la resolución 181 de las Naciones Unidas, aprobada el 29 de noviembre de 1947, toda la ciudad de Jerusalén quedaría administrada por la ONU bajo la fórmula legal de un corpus separatum. Sin embargo, tras la batalla de Jerusalén durante la guerra árabe-israelí de 1948 la ciudad fue compartida por Israel y Jordania, con los israelíes gobernando Jerusalén Oeste y Jordania, Jerusalén Este y la Ciudad Vieja. La administración jordana duró hasta 1967, cuando, en la Guerra de los Seis Días, fue conquistada por Israel y anexionada al resto del municipio jerosolimitano, aunque dicha anexión no ha sido reconocida por ningún país del mundo y fue declarada una «violación del derecho internacional» por Naciones Unidas en su resolución 478.[7] Asimismo, el 23 de diciembre de 2016, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas reiteró en su Resolución 2334 que considera Jerusalén Este como «territorio ocupado».[8] Este sector de la ciudad incluye la Ciudad Vieja y algunos de los principales lugares religiosos del judaísmo, el islam y el cristianismo, como el Muro de las Lamentaciones, el Santo Sepulcro y el Monte del Templo o Explanada de las Mezquitas.